Dominante Agresivo – Este perro es extremadamente dominante y tiene tendencias agresivas. Es rápido para morder y generalmente no es considerado un buen perro para niños o envejecientes. Cuando además, el perro es sensitivo al tacto, será un pero difícil de entrenar. No es un perro para manejadores sin experiencia. Un entrenador competente es necesario para establecer el nivel de jerarquía.

Dominante Tolerante – Este perro es dominante y puede ser provocado para morder. Responde bien a un ambiente familiar adulto, firme, consistente y de manejo correcto, y puede llegar a ser una mascota leal una vez respete el dominio humano. Es frecuentemente vivaz y de temperamento extrovertido; puede ser demasiado activo para personas envejecientes y demasiado dominante para niños pequeños.

Balance Activo – Este perro acepta fácilmente el liderazgo humano. Es el mejor prospecto para la mayoría de las personas, se adapta bien a nuevas situaciones y generalmente es bueno con niños y envejecientes, aunque puede inclinarse a ser activo. Es un buen prospecto para obediencia y usualmente tiene una actitud de sentido común hacia la vida.

Balance Pasivo – Este perro es sumiso y se adaptará más a la vida familiar. Puede ser un poco menos extrovertido y activo que el perro balance activo. Puede estar con niños en general y es fácil para entrenar.

Tímido – Este perro es sumiso y necesita manejo especial para desarrollarle confianza y temple. No se adapta bien a cambios y/o confusión y necesita un ambiente estable y estructurado. Usualmente seguro alrededor de niños, puede morder solamente bajo estrés severo. No es una buena elección para principiantes, debido a que se asusta fácilmente, y le toma tiempo acostumbrarse a nuevas experiencias.

Independiente – El perro independiente no es afectuoso y de disgusta que lo acaricien o lo abracen Es difícil establecer una relación de trabajo o de mascota con este perro. No es recomendable para niños que fuercen la atención del perro; no es un perro para principiantes.